Mañana ya por fin es mi cumpleaños, ya me queda solamente un
año para poder irme de este infierno de casa.
Por lo que he podido comprobar mi método para curar un corazón
roto está funcionando, ya casi he podido olvidarla totalmente, me sigue
doliendo, pero al menos no tanto como cuando se fue, ya he dejado de llorar por
ella, aunque me sigue entristeciendo. Pero es mi primera relación, se supone
que debe ser así, es como una ley del universo.
Ahora lo importante es no llegar demasiado tarde al
instituto y según dice mi reloj voy ha llegar diez minutos tarde. Para mi
sorpresa cuando llegué ha clase todos estaban saliendo de ella. Por lo visto nos
iban a dar una charla sobre drogas, alcohol y bullying, lo cual significa que
las tres primeras horas nos las pasaremos escuchando a un policía, bueno, al
menos es mejor que matemáticas a primera hora e historia a segunda.
Todos nos sentamos en el salón de actos y tuvimos que
esperar al policía que llegaba con un poco de retraso, valla ejemplo que nos
dan.
Normalmente en estos acontecimientos (y en todos los demás)
me siento al final del todo y sola, pero esta vez se sentó una chica al lado mía,
que raro, ¿será nueva?
Estábamos todavía en el descanso cuando me di cuenta de que
la chica me estaba mirando, pero cuando miré hacia ella miró hacia otro lado,
al poco tiempo decidió hablarme
- Ho-hola- dijo la chica mirando hacia abajo
- Hola
- S-Soy C-Cami
- Yo soy Yami
- Lo sé, soy una admiradora tuya- me dijo susurrando
mientras me guiñaba un ojo
- ¿Admiradora?
- Si, eres fuerte, atrevida, valiente y no te importa lo que
los demás piensen, eres mi ejemplo a seguir- me respondió con una gran sonrisa
- Yo no debería ser el ejemplo de nadie, créeme hay cosas
que nadie quiere para si mismo
- Pero yo lo sé prácticamente todo de ti, se que eres
adoptada, que tienes 4 gatas, tu color favorito, que tipo de música te gusta, donde
vives...- no la dejé terminar
- ¿Pero como sabes todo eso?
- Te he estado observando desde que entré en el instituto
- Es decir, que eres una acosadora ¿no?
- ¡No!, yo solo te admiro por como eres…
- Está bien, no importa
- Por cierto sé que tu cumpleaños es mañana, felicidades- de
dijo con una gran sonrisa
Seguimos hablando hasta que llegó el policía y nos dimos los
números de teléfono. Fueron tres horas largas y aburridas, sobre todo porque no
podíamos hablar pero al menos creo que he hecho una amiga.
Al llegar a casa no me podía lo que me esperaba. Cuando entré
y pasé al salón mi madre me estaba esperando.
- ¿Qué pasa?- pregunté sin entender muy bien por que estaba
tan seria
- Escucha, ya tienes casi 18 años, ya eres casi adulta, así
que creo que ya es hora de que encuentres un trabajo- dijo ella enfadada por
alguna razón
- ¿Un trabajo?
- Si, un trabajo, ya es hora de que hagas algo por ti misma
y dejar de ser una inútil, así que ahora mismo deja la mochila y sal ahí fuera
ha buscar un trabajo
- Pero…
- No hay peros que valgan vete y no vuelvas hasta que
encuentres un trabajo- dijo sin dejarme terminar. Solté mi mochila y me echo
literalmente a la calle.
Y ahora… ¿A dónde voy? La cosa está mal y no creo que
encontrar un trabajo por aquí no será fácil y menos para mi…
Visité restaurantes, bares, tiendas, supermercados y no
encontré nada, ya no sabia a donde ir y esta empezando a anochecer, seguí
caminando hasta que llegué al maid café, no me hacia gracia la idea de tener
que ponerme ese ridículo uniforme, pero tenia que intentarlo, sino no tendría
que dormir en la calle, ya estaban cerrando pero pude preguntar si necesitaban
otra maid, me hicieron unas cuantas preguntas y me dieron mi horario de trabajo.
Bien ya había conseguido un trabajo, de maid pero un trabajo al fin y al cabo. Cuando
llegué a casa eran las 12:30
- ¿Qué horas son estas de llegar?- me gritó mi madre
- Me dijiste que encontrara un trabajo y eso he hecho
Ella se quedo callada y yo subí enfadada a mi habitación,
cuando entré vi algo que no me esperaba, un cupcake con una vela en mi
escritorio al lado de un regalo
Me acerqué y soplé la vela, arriba del regalo había una nota
que decía:
Felicidades y perdón
por no haber estado a tu lado
¿Quién habrá hecho esto?, abrí el regalo y dentro me encontré
una llave y una rosa
La llave es muy bonita, me pregunto si abrirá algo. Es una
pena que la rosa se marchite así que dejaré que se seque y la guardaré.
Ya definitivamente tengo 17 años y es la primera vez que
recibo un recibo un regalo, pero dudo mucho que sea de mis padres. En cualquier
caso esta a sido la mejor sorpresa de cumpleaños que me podía imaginar, ojala
todos los años sean igual…
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