Sabia que lo que estaba haciendo era algo absurdo, pero aun
así lo hice, introduje la llave en el candado y para mi sorpresa…. Cabía
perfectamente, la giré y el candado se abrió. ¿Cómo podía ser eso posible? Es…
es imposible. Saqué la llave y volví a meter el candado en la cajita
- ¿Qué estás haciendo?- dijo Andy acercándose al escritorio,
sinceramente me asustó y pegué un pequeño salto en la silla
- N-Nada
- La curiosidad mató al gato querida Yami
- Solo era curiosidad sana- respondí con una sonrisa aún un
poco nerviosa
- Bueno, ¿Empezamos con el trabajo?
- Si, claro
Empezamos ha hacer el trabajo, pero no podía concentrarme,
no paraba de pensara como era posible que la llave abriera el madito candado,
es ridículo, el no puede haber entrado en mi habitación si ni siquiera sabia
donde vivo, ni siquiera me conocía…me gustaría preguntarle, pero no me atrevo,
quizás solo sea una coincidencia, quizás sea…
- ¿Qué pasa Yami? Te veo mas distraída de lo normal- dijo
Andy
- ¿Qué? No, no, estoy bien
- Será mejor que dejemos el resto para mañana
- Pero… está bien, ¿mañana a la misma hora?
- claro
Recogimos los libros y Andy me acompañó hasta casa, en
realidad es bastante amable conmigo, aunque a veces me ponga de los nervios
A la mañana siguiente en el instituto, no dejaba de pensar
en ese maldito candado, cuanto mas lo pienso menos sentido le encuentro a toda
esta historia, no soporto estar mas tiempo así, a la hora del recreo iré a la
azotea y le preguntaré a Andy.
Han sido las tres horas mas largas de toda mi vida, no puedo
esperar mas, Andy está saliendo de clase, voy a intentar alcanzarle
- And…
- ¡¡Yami!!- era Cami que nada mas salir yo por la puerta se
echó sobre mi
- Cami…- Andy se giró para vernos unos segundos y luego
siguió su camino
- Te echaba de menos Yami
- Espera, tengo que…
- Vamos al patio, tengo muchas cosas que contarte- dijo
interrumpiéndome Cami, tiró de mi brazo y me llevó al patio.
Estuvimos hablando todo el recreo y no pude preguntarle ha
Andy, se lo preguntaría en clase pero prefiero que estemos a solas, no sé cual
será su respuesta y no quiero quedar en ridículo delante de toda una clase,
tendré que esperar hasta la hora de irnos.
Volvieron a pasar tres largas horas y por fin era la hora de
irnos a casa. En la salida esperé a Andy pero Cami llegó antes que el
-Yami esta tarde podríamos ir a dar un paseo como la otra
vez, me he enterado que hay una heladería nueva y…
- Lo siento pero esta tarde Yami es toda mía- dijo Andy
rodeando mis hombros con su brazo
- ¿C-Cuando has llegado?- pregunté sorprendida
- Hace unos segundos y nos vamos ya, así que adiós Cami-
Andy tiró de mi y empezamos ha caminar
- A-Adiós Cami, hasta mañana- dije mientras nos alejábamos
- ¿Por qué has hecho eso?
- La verdad es que me pongo celoso cuando te veo con ella,
pero hoy eres toda mía
- Eres idiota, además ¿Por qué me sigues acompañando a casa?
- Esta vez eres tu la que me estaba esperando
- ¿Quién ha dicho que te estaba esperando a ti?- dije
ruborizándome
- ¿Acaso me equivoco?- preguntó con una sonrisa de medio
lado
- C-Claro
Seguimos caminando y ya casi llegamos a mi casa, no sé como
sacar el tema del candado, ¿Qué le puedo decir? No puedo soltarle así sin mas
que vi su candado y no pude evitar abrirlo, aunque es la verdad, es increíble,
yo, Yami no se que decir
- Esto…
- Ya hemos llegado, te espero en mi casa a las seis- dijo
Andy siguiendo hacia delante
Mierda, no he podido preguntarle… bueno, al menos hoy tengo
toda la tarde para preguntarle.
Después de comer me fui a mi cuarto y casi me vuelvo a
quedar dormida, pero esta vez me resistí, no podía llegar tarde. Ya eran casi
las seis así que cogí mis libros y me fui a la casa de Andy, cuando llegué lo
vi esperándome en la puerta.
- Me encanta que seas tan puntual querida Yami- dijo Andy
con una sonrisa, entramos y nos pusimos con el trabajo de historia, ya estaba
en su habitación pero seguía sin saber que decirle, ¿Cómo podría empezar la
conversación?
- ¿Qué pasa Yami?, te veo distraída hoy también
- N-No es nada
- bueno, pues creo que el trabajo ya está terminado, solo
falta poner nuestros nombres- dijo Andy dispuesto a poner nuestros nombres,
esperaba a que me preguntara mi verdadero nombre, pero no lo hizo, cuando miré vi
que lo había escrito perfectamente
- ¿Cómo sabes mi nombre?- pregunté extrañada
- Bueno, se podría decir que te conozco mejor de lo que tú
crees
- Pero si solo nos conocemos de hace una cuantas semanas
- No todo es lo que parece- respondió con una sonrisa
mientras se levantaba de la silla
- Por cierto… ayer vi el candado
que tienes guardado y…- deje mientas me levantaba de la silla, pero Andy me
interrumpió
- Se abre con la llave que llevas colgada ven el cuello
- ¿C-Como..?
- Yo te lo regalé, pero creo que ya lo suponías cuando viste
que el candado se abría con tu llave
- Pero si ni siquiera me conocías
- Veo que ya no me recuerdas, es normal, ya han pasado diez
años, pero en todos estos años no he podido olvidarme de ti, cada día, cada
hora, cada momento, siempre estabas en mi mente, fuiste la primera persona a la
que he amado, la persona a la que mas he querido, tu… tu significas mucho para
mi, siempre ha sido así- Andy se acercó mas a mi, yo retrocedí hasta dar con la
pared y el puso su mano en mi mejilla, pero yo retiré la cara
- Te fuiste… Te fuiste y me quedé sola, fuiste mi primer
amigo y mi primer amor, tu me enseñaste que en la vida pasan cosas malas, pero
que también pasan muchas cosas buenas, me animaste cuando mis padres murieron,
tu lo fuiste todo para mi, y cuando te fuiste volví ha estar sola, lloraba
todas las noches hasta quedarme dormida, lloraba por ti… Pero ahora la cosas
han cambiado…- yo estaba ya al borde de las lagrimas pero me negaba a llorar
delante de alguien…
- Lo comprendo, y comprenderé que ahora me odies, pero debes
saber que yo no quise alejarme nunca de ti y que te sigo amando, aunque ahora
solo te pido una cosa, una única cosa, algo que he estado esperando durante
diez años…. Bésame…- Andy se acercó mas a mi y nuestros labios se juntaron en
un beso
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